Diagnóstico
Hacerse análisis para verificar tu salud renal es esencial para tu bienestar actual y futuro. Sigue las recomendaciones de tu médico: ya sea que estéis buscando un diagnóstico o controlando cómo va tu plan de tratamiento, tomar medidas tempranamente siempre es lo mejor. En el caso de la ERC, cuanto antes el médico pueda confirmar el diagnóstico, antes podrás comenzar un plan de tratamiento efectivo que te ayudará a preservar la función renal y a retrasar el avance de la enfermedad.

¿Quién debe hacerse las pruebas?
Cualquiera debería llevar un control, pero si tienes factores de riesgo, como diabetes, hipertensión arterial o enfermedad cardiovascular, eres obeso, mayor de 65 años o tienes antecedentes familiares de insuficiencia renal, debes hablar con tu médico.

Pruebas necesarias
La ERC se diagnostica mediante el análisis de una muestra de sangre y/o orina; en la muestra de sangre se pueden determinar los niveles de creatinina y con ello unas formulas nos estimarán el filtrado glomerular (FG) que es el equivalente al porcentaje de funcionamiento de nuestros riñones. En la analítica de orina podrán valorar la presencia de sustancias que no deben estar como la sangre o las proteínas.

Salud de tus riñones
Con estas pruebas, tu médico te podrá decir si tus riñones funcionan bien (FG), o por el contrario tienes enfermedad renal y en qué estadio o fase te encuentras.
¿Y si el diagnóstico es positivo?
Tu médico, al darte los resultados, puede indicarte, de acuerdo a tu valor de filtrado glomerular, FG, si tienes enfermedad renal crónica y en qué etapa o estadio te encuentras.
La enfermedad renal es una enfermedad que no da síntomas hasta estadios avanzados, por eso se le llama la epidemia silenciosa. No obstante, en las etapas iniciales podemos encontrar alteraciones en la exploración física o análisis de orina que nos pueden alertar.
En función del estadio dónde se encuentra el paciente, tu médico pondrá en marcha un tratamiento diferente, siempre adaptado a cada caso en particular y evitando la progresión a un estadio superior.
Etapa | Función del riñón (TFGe) | Síntomas clínicos posibles relacionados con ERC |
Etapa 1 – Daño renal con función renal normal | De 90 a 120 | Hipertensión arterial, infecciones de las vías urinarias, análisis de orina normal |
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Etapa 2 – Daño renal con pérdida de la función renal leve | De 60 a 89 | Hipertensión arterial, infecciones de las vías urinarias, análisis de orina anormal |
Etapa 3a – Pérdida de la función renal de leve a moderada | De 45 a 59 | Hipertensión arterial, infecciones de las vías urinarias, análisis de orina anormales |
Etapa 3b – Pérdida de la función renal de moderada a grave | De 30 a 44 | Anemia, desnutrición, picor, cansancio, escasa tolerancia al ejercicio físico, dificultad para la concentración, sensación de malestar |
Etapa 4 – Pérdida de la función renal grave | De 15 a 29 | Hinchazón en las piernas, disminución del apetito, depresión y otras anomalías de laboratorio |
Etapa 5 – Insuficiencia renal, también conocida como insuficiencia renal terminal (IRT) | Menos de 15 | Falta de aire, nauseas, disminución del apetito, fatiga y anomalías de los valores de laboratorio |